Actúa como estimulador en las capas más profundas de la piel, generando células nuevas. Está orientada a combatir afecciones de la piel, aportándole vitalidad. El resultado que se consigue es la estimulación de los fibroblastos, favoreciendo los procesos curativos en la piel, ayuda en la producción de colágeno, proporcionando más firmeza, uniformidad y luminosidad.

La piel utiliza la luz de la fototerapia como fuente de energía para promover la reparación o el rejuvenecimiento de las células dañadas, acelerando la reparación de los tejidos, al tiempo que tiene el potencial para eliminar bacterias.

Cada sesión de fototerapia dura alrededor de 20 minutos. Por lo general, se necesitan unas 10 sesiones para obtener resultados visibles.

BENEFICIOS

• Luz azul

La luz LED azul se emplea para reducir la actividad de la producción de cebo de la glándula sebácea, y también ayuda a eliminar las bacterias que se encuentran debajo de la piel.

• Luz amarilla

  El efecto antiinflamatorio penetra en las zonas más profundas de la piel y estimula la circulación. Está indicada para casos de irritación y enrojecimiento, rosácea y todas aquellas afecciones que provoquen calor o escozor en la piel.

• Luz verde.

Indicada para los casos de melasma y otros problemas de pigmentación. Debido a su acción, disminuye la producción de melanina y, por eso, atenúa las manchas oscuras.

• Luz violeta. Combina las propiedades de la luz roja y azul. Tiene un efecto calmante y cicatrizante. Se indica para las marcas dejadas por el acné.

• Luz azul clara. Mejora el metabolismo de la piel y tiene un efecto calmante, relajante y energético. Recomendado para las pieles más sensibles.

• Luz blanca. Tiene un efecto regenerativo, mejora la flacidez y tonifica, por lo que está indicada para pieles envejecidas o cuarteadas.